Tres adolescentes buscan alejarse de sus familias y encuentran una vía de escape perfecta: el skateboard. El deporte consigue unir a los tres jóvenes, tanto en un plano deportivo como emocional. Uno de ellos, Bing Liu, está tan ilusionado con las sesiones que tiene con sus amigos que decide grabarlas. Años más tarde, Liu es un director que decide llevar a cabo un documental sobre sus amigos y sobre sí mismo. En una sola pieza, combina la ilusión de la adolescencia y lo que el skateboard ha provocado en ellos y sus familias 12 años más tarde.