Últimas opiniones sobre Una noche en la ópera

Humor irreverente, música genial y un casting increíble, con los Hermanos Marx, Margaret Dummont y el gran Allan Jones. Es una película con un humor característico y una de esas películas que nunca se olvidan

En plena década de los años treinta los Hermanos Marx se situaban en la cima de todo su apogeo, debido a esa revolución de la comedia tan característica de ellos. Luego de hacer una de las mejores comedias de todos los tiempos ("Duck Soup"), los Marx con la dirección del gran director Sam Wood logran crear no solo la mejor película del trío, si no que probablemente una de las mejores comedias en la historia del cine y una película con muchas de las escenas más míticas del género.
"A Night at the Opera" maneja un guión hecho con una sutileza asombrosa, y unas interpretaciones magníficas.
Obviamente también me gustaría destacar la propia comedia del film en sí, la cual pese a ser muy absurda y antigua logra siempre esbozar una sonrisa al espectador.
La fotografía es también bastante buena y la banda sonora es magnífica.
La trama narra la historia de un peculiar promotor (Groucho Marx), que junto a los polizones Tomasso (Harpo Marx) y Fiorello (Chico Marx) viajan en un barco lleno de estrellas de ópera con destino a Nueva York. Los tres harán todo lo posible para que Ricardo (Allan Jones) un joven pero poco afamado cantante de ópera junto con su amada ya un poco más reconocida Rosa (Kitty Carlisle), canten en la ópera más famosa de la temporada en Nueva York.
Debido a este intento los tres locos pasajeros harán del espectáculo un caos.
Obra maestra absoluta de uno de los géneros más importantes para la historia del cine.
Los Hermanos Marx lo vuelven a hacer de nuevo, así es que directores como Jacques Tati o Mel Brooks tengan tanta inspiración en estas tres leyendas del cine.

Conteniendo un par de los más famosos sketches de la filmografía de los Hermanos Marx como son la redacción del contrato (y su famosa "la parte contratante de la primera parte...") o, sobre todo, la escena del camarote, Una noche en la ópera es chispeante y divertida, con ese humor tan adelantado a su época de Groucho y compañía. Lo que le pondría en el debe, y esto es un problema mío más que de su cine, es que, como quiera que venían del vodevil, en cada película meten un exceso de partes musicales (Chico al piano y Harpo al arpa casi siempre), que en este caso añade un extra con el argumento del barítono y la soprano, que en mi opinión rompen el vertiginoso y divertido ritmo que suelen tener sus películas. Pero como ya digo, puede que esta parte sea problema del que escribe, es por ello que mi película favorita de los Hermanos Marx es El Hotel de los Líos, donde el ritmo no se corta por interludios musicales.