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    Mula
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Mula

    El último viaje

    por Marcos Gandía

    Justo el año en el cual Robert Redford anuncia su retiro como actor y lo hace con un triste y melancólico no western que sí que parece western, The old man and the gun, Clint Eastwood vuelve a ponerse ante las cámaras en labores interpretativas, dirigiéndose a sí mismo, en otro no western que es muy western: Mula. Dos personajes, los de Redford e Eastwood, que no necesitan casi hablar. Son viejos vaqueros, siempre al margen de la sociedad, fieles a códigos de honor y de vida que resultan incomprensibles para los tiempos actuales. Son outsiders que emprenden una última cabalgada hacia el ocaso. Si el veterano atracador del film con Robert Redford y el jubilado que no llega a fin de mes metido a narcotraficante en modo proleta al cual presta Clint Eastwood su rostro curtido por los años y la experiencia, coincidieran en una misma película (que podría ser tanto The old man and the gun como Mula), se parecería a Duelo en la alta sierra, de Sam Peckinpah.

    En Mula, tan peckinpahniana en sus paisajes fronterizos, amores en el crepúsculo y antihéroes coqueteando con la muerte, como consecuente con la obra del propio Eastwood, el actor-director sigue estando peleado con Dios, con su familia y con el destino, convencido de la inutilidad de la eternidad, pero consciente de que, de alguna manera íntima, dejará su huella en alguna carretera desierta, o en algún gesto postrer de cariño o de respeto. El actor (espléndido ¡qué alegría poder recuperarlo de nuevo!) y director (sobrio, fordiano… el último clásico en un panorama donde eso no existe o es visto como algo lento) emprende en esta aventura vital (basada en hechos reales) de un octogenario mula del peligroso narcotráfico, una operación similar a la de Gran Torino. Si este extraordinario film venía a ser en el fondo el epílogo a la saga de Harry el sucio, Mula pone el último plano a la mitología y mitológica trayectoria de Eastwood en el western. Un último cowboy en un último viaje. Un hombre sin nombre entre dos bandos rivales (como en Un puñado de dólares) y con la tristeza y la determinación de Sin perdón. Y entonces todo cobra sentido. Entonces, la imagen que cierra Mula (y que ojalá no haga lo mismo con la carrera de Clint Eastwood) cobra sentido: es la que hacía lo propio en la citada Duelo en la alta sierra.

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