El 12 de septiembre de 1973, un niño llamado Paul Walker llegaba a este mundo. Desde su más tierna infancia, había una cosa que interesaba a Paul más que nada: la velocidad. Su triciclo servía como prueba para lo que la vida le iba a deparar. El actor y especialista se consagró en Hollywood gracias a la saga A Todo Gas. Sin embargo, esta joven promesa fallecía de forma prematura. I am Paul Walker repasa al hombre que había tras el icono, un hombre dedicado a la velocidad, al surf y a su propia hija, cuya existencia no dejó indiferente a nadie.