Por inverosímil que resulta la historia de la cinta, los hechos acontecidos ocurrieron realmente.
Cuando William Packer se enteró del proyecto, se enamoró de él y adquirió los derechos al instante. El tiempo fue pasando hasta que, finalmente, la realización de la película se convirtió en una realidad.
Will Packer asegura que produce la cinta porque la misma se convirtió en un "proyecto pasional" del mismo.