Un slasher ramplón que parece escrito por el propio algoritmo de Netflix, con personajes tan 'diversos' como sacados de esos viejos chistes en los que "iban un ..., un ... y un ...". El final es totalmente predecible, por la propia ideología de la plataforma. ¿Algo bueno? Los asesinatos, bien elaborados aunque justitos (hay quienes no deben morir, ya saben).