Juana de Arco, una joven francesa que afirma sentirse influenciada por la palabra de Dios, acaba de salvar a los franceses frente a las tropas inglesas, pero esto no le evita el sufrimiento de morir despiadadamente devorada por el fuego. La mujer es acusada de herejía y condenada a muerte. El film se centra, más que en el proceso bélico, en el transcurso judicial desde que Juana es arrestada hasta que un tribunal eclesiástico la quema viva en la hoguera.
Los primeros planos del director danés Carl Theodor Dreyer, así como su obstinación por captar los detalles hacen de ésta una obra exquisita de la historia del cine. La interpretación del personaje central es obra de la actriz Renée Jeanne Falconetti.