Tardaron en completar la película más de un año y medio.
Ninguno de los actores llevaba maquillaje, que era lo habitual en las películas de cine mudo de la época. El director, Carl Theodor Dreyer, consideraba que la fuerza de los personajes se mostraban con su rostro natural.
La herida sangrante que se muestra en la escena en la que Juana se corta el brazo, es real. Hay que matizar que la actriz Maria Falconetti no sufrió ningún daño porque el brazo que vemos es de un actor que la dobló, el cuál sí que se lesionó de verdad.