"Requiem Por Un Sueño" es una contundente y cruda radiografía a las adicciones de drogas "legales e ilegales", dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Jared Leto, Jennifer Connelly y Ellen Burstyn, considerada película de culto por su implacable lenguaje narrativo, principalmente. Harry Goldfarb es un desorientado joven drogadicto que no tiene problemas en robar la televisión de su madre, viuda y adicta a la televisión, para venderla y comprar droga. Sin embargo, no es el único con problemas con las adicciones, ya que lo acompañan su novia Marion y su mejor amigo Tyrone C. Love, con quienes se desvive en la búsqueda, compra y reventa de drogas. Junto iniciarán un viaje al infierno del cual no hay regreso. Tras el gran éxito de crítica y público que supuso el thriller matemático “Pi: el orden del caos”, 1998), el director Darren Aronosfsky filmará una brutal cinta basada en la novela homónima (1978) de Hubert Selby Jr. sobre la adicciones y las nefastas consecuencias que éstas pueden traer a las personas que consumen y abusan de ellas. Y cuando decimos adicciones, no nos referimos sólo a las drogas "ilegales" (entiéndase marihuana, cocaína, heroína) sino también a otro tipo de drogas "legales" como las anfetaminas, las barbitúricos y psicotrópicos, utilizados para calmar la ansiedad, el insominio y otros trastornos psicológicos comunes.
De esta forma, con las mencionadas tres etapas, "Verano", segmento que habla de la seducción de la adicción para sacar al adicto de la realidad y llevarlo a un estado de satisfacción; "Otoño", segmento que dislumbra la angustia por la dependencia a las sustancias; y finalmente, "Invierno", con la autodegradación física y emocional extremo, Aronofsky concluye su radiografía con el colapso de los sueños y anhelos de los cuatro personajes, perdidos en la miseria, en donde el mensaje final del film no tiene que ver con defender o atacar el consumo de drogas. Más bien, tiene que ver con las adicciones, sin importar realmente si éstas son producidas por sustancias prohibidas por la sociedad, sino denunciando que incluso aquellas ocultas con la etiqueta de "legales" pueden llevarnos a perder el rumbo y ponernos en peligro. Uno de los aspectos interesantes de la cinta es su técnica plástica. Aronofsky trabaja una interesante variación de ritmo, múltiples movimientos de cámara y diversos ángulos para las tomas, efectos de sonidos, aproximación y combinación de imágenes, técnica que encuentra en la fotografía de Matthew Libatique el mejor canal visual para ser expuesta ante el espectador, y que cobran una mayor fuerza con la impecable y contundente banda sonora de Clint Mansell, en especial con "Lux Aeterna". La pieza, de intensos y desgarradores violines, cellos y coros, se ha convertido en sinónimo de dramatismo, adquiriendo tal popularidad que fue reutilizada en otros films posteriores como "The Da Vinci Code" (2006).
De esta forma, estructurada de forma simbólica en tres segmentos y cuatro protagonistas, Aranofsky y el propio novelista Hubert Selby Jr. firman guión cuya mayor virtud es presentar directa y explícitamente las adicciones, con personajes y situaciones que no son expuestas en construcción (más bien de la normalidad a la degradación), sino que de manera forma brutal, decadente y hasta sucia, si se permite decirlo así. Los cuatro protagonistas sucumbirán ante sus adicciones, pasando del momentáneo estado de bienestar que éstas les ofrecen, al infierno mismo.
Las actuaciones son brillantes, El primer pilar interpretativo es Sara Goldfarb, interpretada de manera magistral por Ellen Burstyn, que le valió ser nominada al Oscar a la mejor actriz principal por este papel. Sara es una mujer viuda, cuya adicción a la televisión ha hecho que crea haber sido invitada a su programa de TV favorito. Una extraña llamada del canal que emite el programa la llevarán a desarrollar otra adicción, que es la de consumir indiscriminadamente anfetaminas para controlar la ansiedad por comer, ya que desea utilizar el viejo vestido rojo en ese programa, ése que tanto le gustaba a su difunto marido. La descomposición psicológica y la alteración de la realidad, hace que sea el personaje más impactante y conmovedor, ya que denuncia que las adicciones no necesariamente tienen que ver con drogas ilegales, sino que más peligrosamente con drogas autorizadas por la medicina, que perdiendo control y supervisión pueden resultar tanto o más dañinas. Los diálogos entre Sara y Harry son realmente desgarradores, cuando la mujer le confiesa a su hijo que tras la muerte de su marido y la partida de casa de Harry, adelgazar se ha convertido en el principal motor y razón para seguir viviendo. El segundo pilar es Harry, interpretado correctamente por Jared Leto, un joven desorientado por su adicción a la heroína, que no trabaja ni estudia y cuyo mayor pasatiempo, a parte de drogarse, es microtraficar droga con su gran amigo Tyrone C. Love. Harry se ha independizado de su madre, viviendo con su novia, Marion, a quien incentiva que inicien un emprendimiento con los diseños de la chica. El creciente dinero obtenido por el microtráfico, genera una extensión de la sensación de bienestar de Harry, ya que cree haber logrado reunir en su trabajo el éxito comercial y la satisfacción de su adicción. Marion Silver, tercer pilar interpretativo, que es interpretada por Jennifer Connelly, una joven pero insatisfecha diseñadora, que se queja del trato afectivo que sus padres le dan, ya que éstos sólo costean su supervivencia independiente. Vive con Harry, al que considera su único pilar emocional, ya que a aparte de proveerle droga, éste es el único que la incentiva en su carrera profesional. Finalmente, Tyrone C. Love, interpretado por Marlon Wayans, es el mejor amigo y compañero drogadicto de Harry, que ve en el microtráfico la oportunidad para salir de un complicado pasar económico, además de satisfacer su adicción. En su caso, el joven además deberá lidiar con el prejuicio y el racismo imperante que ya lo tiene condenado socialmente debido a su origen socioeconómico y el color de su piel.
En definitiva, sólida y cruda película que más sobre las drogas, trata sobre las adicciones de todo tipo y sus nefastas consecuencias, y cuyo mensaje es más bien pragmático y no moralista. Muestra la visión de una realidad cruel, desgarradora, intensa, dura y abrumadora, donde se adentra en el lado más oscuro de las adicciones, factor común que tienen los tres personajes. Consigue mostrarnos una historia que es conocida por todos nosotros desde fuera, incluso desde dentro, pero que difícilmente hemos sentido como hasta ahora. Visión sincera y realista de las debilidades del ser humano que es capaz de dejar a un lado sus valores para conseguir satisfacer sus vicios y adicciones, entrando en un círculo vicioso de autodestrucción que solo busca la satisfacción de los deseos y necesidades destructivas del mismo ser.
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