Está adaptación fue la primera que realizó Florián Rey, en 1934, realizó una segunda adaptación. Esta vez no se trataba de cine mudo y la hermana de San Sulpicio en lugar de ser intrepetada por Carmen Sevilla, fue interpretada por Rocío Dúrcal
La película se consideraba perdida entre los escombros y desastres de la guerra civil, hasta que el novelista argentino Manuel Puig descubrió una copia en su país.