Cine bélico clásico
por Virginia MontesLa estela de John Woo como director en los Estados Unidos, comenzó a declinar a partir de la realización de este film, en el que intentó alejarse de sus señas de identidad para firmar una película de guerra que es, paradójicamente, su mejor cinta y, además, una excelente muestra de género. Quizás porque Woo se alejó de los fuegos de artificio, de la ampulosidad dramática y épica que había caracterizado sus películas de acción y filmó un film sobrio, extremadamente clásico, comparado incluso con el estilo de maestros como Samuel Fuller o Raoul Walsh, en el que late la aventura y el sufrimiento de la contienda, en el que se respira el peligro a cada momento, que sabe a sangre y a barro, a hombres con miedo que luchan hasta que ya no saben ni siquiera por qué. Hay brío en la cámara de Woo, y sorprende su dominio y su austeridad, aunque por supuesto hay violencia, mucha, pero sin el sentido del espectáculo al que en él estamos acostumbrado. Una violencia seca y en esta ocasión, cruel.
A favor: Su clasicismo.
En contra: Su duración.