Mamá ya soy mayor de edad
por Xavi Sánchez PonsGarry Marshall, director estrella de la comedia romántica yanqui de los últimos dos lustros y uno de los guionistas de sitcoms cómicas más destacados de la televisión americana de los años sesenta y setenta, tiene en Aprendiendo a vivir uno de sus trabajos más discutibles. Discutible por la azucarada y lacrimógena forma que tiene de contar la historia de una joven con una ligera discapacidad mental, que tras años de ser cuidada por una atenta madre y conocer a un chico de su misma condición, decide casarse y emanciparse de su familia.
Involuntariamente cómica en muchos de sus tramos, la película frivoliza sobre un argumento que, con un tratamiento diferente, más respetuoso y realista, sería de lo más digno. De hecho ni el reparto, más que destacado, logra salvar la función. Solo se salva de la quema Tom Skerritt, mientras que sus compañeros, sobre todo Diane Keaton como la madre, y Juliette Lewis como la hija discapacitada, rozan el ridículo.
A favor: Tom Skerritt
En contra: sus dos horas se hacen eternas