Crítica de SensaCine.com para The Majestic: Nostalgia del pasado

Con su tercera película como director, Frank Darabont intentó variar algo respecto a sus dos anteriores films. Y es que tanto 'Cadena perpetua' como 'La milla verde' eran dos atípicas adaptaciones de sendas novelas carcelarias, también atípicas, del rey del best-seller de terror, Stephen King. Sin embargo, 'The Majestic' es una película que carece de la referencia carcelaria, aunque sucede igualmente en un microcosmos, un pequeño pueblo de EEUU en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial que gira alrededor de su pequeño cine, que regenta un hombre mayor que ha perdido a su hijo. Hasta allí llega Jim Carrey, un frustrado guionista de Hollywood que ha perdido la memoria y pronto relacionan con el hijo perdido del proyeccionista.

Estamos pues ante un film lleno de nostalgia, hacia un mundo más simple, hacia el cine clásico. Un poco como en las anteriores películas de Darabont, donde sus protagonistas preferían la cárcel, un lugar en el que sabían moverse perfectamente y conocían sus roles, antes que el mundo real, donde se sentían indefensos. 'The Majestic' traza esa misma diferencia entre Hollywood y el pequeño pueblo costero.

El gran problema de la película es que Darabont se pasa en esta ocasión con la explotación de la nostalgia y se pone a la altura de las películas de José Luís Garci: un cine apolillado y acartonado, donde la loa al pasado termina por ser una versión monstruosa del mismo, lejos del dinamismo y la creatividad del viejo Hollywood.

A favor: Los actores, especialmente el gran Martin Landau.

En contra: Su ejercicio de nostalgia termina por resultar feo y falso.