Crítica de SensaCine.com para La reina de los condenados: El vampiro que quiso reinar

Tras el importante éxito de 'Entrevista con el vampiro' (aunque fuese a largo plazo, hoy está considerada un pequeño clásico), resultó extraño que el resto de las novelas vampíricas de Anne Rice no fueran igualmente adaptadas a la pantalla por una industria de Hollywood ávida de éxitos inmediatos. Tardó una década en volver sobre este mundo y lo hizo con una película bien diferente. Y es que 'La reina de los condenados' pasa olímpicamente de la visión clasicista de Neil Jordan y convierte a Lestat en una estrella de rock que triunfa en un mundo posmoderno.

A los productores no les debió gustar la nueva versión, ya que querían estrenarla directamente en video, pero de nuevo Hollywood mostró su poca humanidad y, cuando la cantante y coprotagonista de la película, Aaliyah, falleció en un dramático accidente de avión, decidieron aprovechar la oportunidad para estrenar el film en salas, utilizando el gancho de que Aaliyah volvía (literalmente) de la tumba, convertida en vampiro.

Pese a este desafortunado hecho, seguramente la película no es tan mala como se dijo. Mezclando dos mundos tan distintos como el reino de los vampiros y la vida de las estrellas de rock, Lestat es una especie e predecesor de Edward Cullen, el primer vampiro en hacer gritar a las quinceañeras. Es también una película turbia y oscura, sobre una persona que tiene que elegir entre el éxito inmediato o una eternidad anónima.

A favor: Cierta valentía al alejarse del tono y del estilo de su antecesora.

En contra: Que por momentos se entregue sin freno a la estética del videoclip.