Tras la muerte de su ídolo Máximo (Russell Crowe), Lucio, el hijo de Lucilla (Connie Nielsen), es puesto a salvo fuera del Imperio Romano. Escapando de la influencia de la corrupción romana, las intrigas y las luchas de poder, Lucio (Paul Mescal) se convierte en un joven en paz en la costa norteafricana, hasta que un día su pasado le alcanza. Su nueva patria es invadida por las legiones romanas dirigidas por el general Marco Acacio (Pedro Pascal). Traumatizado por las trágicas pérdidas, Lucio es llevado a Roma y vendido al dueño de un establo de gladiadores, Macrinus (Denzel Washington). Deberá luchar por su vida en la arena para entretenimiento del pueblo y de sus coemperadores Geta (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger). Impulsado por una rabia desenfrenada, Lucio quiere asestar un golpe al Imperio y, sobre todo, vengarse del que considera su peor enemigo: El general Acacio, que, sin embargo, cuenta con el favor de Lucilla, la madre de Lucio...
Si vienes a por una lección de historia, es que no has entendido nada
por Andrea Zamora