Opiniones sobre El Caballero Verde

THE GREEN KNIGHT (USA, 2021)
Dirección: David Lowery

La última película del director y guionista David Lowery, creador de “A Ghost Story” (2017), es una fábula maravillosa.
Fantasía, aventuras y poesía son los ingredientes del periplo de este héroe medieval, que viaja durante un año para cumplir con su audaz desafío.
La historia, basada en un poema épico del siglo XIV, narra las aventuras de Gawain, uno de los caballeros de la Mesa Redonda del legendario rey Arturo.
En realidad, el film es una versión libre del anónimo original británico.
El largo plano inicial nos da la pista de lo que seguirá. Lowery construye un universo mágico, con ritmo lento y entorno bucólico.
El rey (Sean Harris), durante un banquete, le pide a sus caballeros un cuento “nada real”, o sea un juego de Navidad. Gawain (Dev Patel) su sobrino, se siente orgulloso de estar al lado del rey y la reina, consciente quizás de sus escasos méritos. Sin embargo, cuando el Caballero Verde (Ralph Ineson) entra al recinto, se anima a desafiarlo. Su madre, Morgan Le Fay (Sarita Choudhury), recurre a sus brujerías, mientras su enamorada, Essel (Alicia Vikander) lo lleva a misa, en escenas que demuestra el sincretismo entre paganismo y cristianismo, propio del folklore medieval. Así inicia Gawain el viaje hacia la Capilla Verde, luego de decapitar a su contrincante, quien le devolverá el mismo golpe de alabarda al año siguiente. Un viaje interior plagado de simbolismos y personajes misteriosos.
David Lowery ha trabajado con el mismo equipo que en “A Ghost Story”. Andrew Droz Palermo en la dirección de fotografía y el score de Daniel Hart crean vibraciones mágicas de luz y sonido, en las que la Madre Naturaleza está siempre presente, desde la apariencia del Caballero Verde, un jinete arbóreo que huye con su cabeza en la mano, hasta el diseño de la Capilla Verde, con asombrosos efectos visuales.
Un reparto de figuras muy conocidas, encabezado por el británico Dev Patel, que interpreta a Gawain alejándose de los últimos estereotipos heroicos, sobre todo los marvelianos. Sereno y sobrio, maneja las emociones con la mirada, más que con la destreza física. Alicia Vikander, en doble rol de campesina y Lady, muy segura y siempre encantadora y Joel Egerton en una breve aparición como el Lord.
“The Green Knight” es una película diferente e interesante para todas las edades.
Género: Fantástico. Duración: 130 minutos.
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"El Caballero Verde" es una entretenida y aceptable adaptación del famoso romance medieval de finales del siglo XIV (Sir Gawain y el Caballero Verde), dirigida por David Lowery y protagonizada por Dev Patel.
Gawain, sobrino del rey Arturo, se embarcará en una misión suicida que lo llevará a enfrentarse al Caballero Verde, gigantesco y misterioso guerrero, con la intención de mostrar su valentía y determinación. Tras la gran recepción de la comedia criminal "The Old Man & the Gun" (2018), el talentoso director David Lowery aceptaría la propuesta de A24, Ley Line Entertainment y Bron Studios para dirigir una nueva adaptación de la obra medieval anónima inglesa "Sir Gawain And The Green Knight" (circa. 1400), la cual había sido llevada al cine anteriormente en dos ocasiones por Stephen Weeks ("I, Monster", 1972). La primera en la versión homónima de 1973 dirigida con Murray Head y Nigel Green en el protagónico, que, sin embargo, se desviaba del romance en cuanto a las aventuras que Gawain vivía desde su salida de Camelot y la llegada al Castillo de Bertilak, además del encuentro entre Bertilak y el Caballero Verde. La segunda, en tanto, más cercana al relato fue estrenada en 1984 con el nombre de "Sword Of The Valiant: The Legend Of Sir Gawain And The Green Knight" e incluiría a Miles OKeeffe y Sean Connery como protagonistas y a Trevor Howard y Peter Cushing en el reparto. Más tarde, se realizarían también dos adaptaciones para TV, una en live action a cargo de John Michael Phillips en 1991 y otra animada en 2002 por el irlandés Tim Fernee.

No obstante, la destacable adaptación de este romance artúrico que Lowery terminará ofreciendo no irá en la línea del clasicismo de las antiguas adaptaciones cinematográficas del ciclo artúrico, como "Knights Of The Round Table" (1953) de Richard Thorpe y "Prince Valiant" (1954) de Henry Hathaway y las mencionadas versiones de Weeks, sino más bien recorriendo derroteros trágicos, existenciales y esencialmente simbólicos que la acercarán más a películas de temática medieval tan atípicas y oscuras como la inclasificable "Lancelot Du Lac" (1974) de Robert Bresson y la grandilocuente "Excalibur" (1981) de John Boorman. De esta forma, si bien "The Green Knight" (2021) abrazará los componentes básicos del romance medieval en cuanto al viaje del caballero para enfrentar tentaciones y consolidar su virtud, el film definirá sus componentes narrativos desde una perspectiva bastante más profunda que los preceptos caballerescos del medievo estructurados y controlados por la religión cristiana, sino más bien desde un punto de vista antropológico y, por tanto, sujeto a la aspiración del hombre de vivir según sus propias reglas y no por las impuestas con creencias convencionales. Lo anterior no deja de ser notable si tenemos en cuenta que "Sir Gawain And The Green Knight" (circa. 1400) fue escrito muy probablemente por un autor cristiano, en un contexto cristiano y con un mensaje cristiano (con valores cristianos como la misericordia, la lealtad y la gallardía, entre otros). Más aún, que un confeso ateo Lowery demuestre tener una enorme capacidad para escarbar, encontrar y resaltar elementos esenciales sobre la condición espiritual humana, dicho sea de paso, no cristianos y, por tanto, paganos, que quedaron subyugados y sometidos por la impronta cristiana.

Entre estos elementos simbólicos, como veremos a continuación, se encuentra en primer lugar la referencia al viaje iniciático del joven para convertirse en hombre, en la línea del Bildungsroman o relato (novela) de formación, que el leitmotiv del film aborda en la necesidad de Gawain de dejar atrás la desidia y las facilidades de ser sobrino del rey Arturo, para probarse a sí mismo y a los demás de su dignidad caballeresca. Un segundo elemento simbólico destacable, por supuesto vendrá de la mano de la aparición del Caballero Verde en la Corte del rey Arturo en Camelot, que representa el constante enfrentamiento del paganismo y la naturaleza con el cristianismo. No es casualidad que la pareja real, Arturo y Ginebra, surjan como dos enfermos y decrépitos monarcas viviendo prácticamente el ocaso de la civilización (cristiana) mientras que el imponente y misterioso caballero se muestre como una fresca e imponente entidad de aspecto arbóreo. La secuencia en que ingresa al salón que alberga la Mesa Redonda para desafiar a Arturo y sus caballeros es realmente brillante desde un punto de vista audiovisual y narrativo, iniciando con un impactante oscurecimiento y silenciamiento del salón a su entrada para luego dar paso a una iluminación naturalista y un enverdecimiento literal del entorno, que termina abruptamente con la decisión de Gawain de decapitar a su contendor (la decapitación en la mitología celta) en una clara alegoría a la violenta reacción del cristianismo cuando se ve amenazada, habiendo el joven podido escoger otra acción cuando el Caballero Verde le desafió.

Un tercero componente simbólico presente es la magia pagana que, además de reflejarse en el Caballero Verde evidentemente, lo hace en otros personajes como Morgana Le Fay. En la cinta, la media hermana de Arturo tiene una relación bastante más benigna con el legendario monarca, alejándose del tratamiento antagónico de Boorman en "Excalibur" (1981) el cual se basaba a su vez en los textos del Ciclo La Vulgata (Siglo XIII) y "La Morte dArthu" (1485) de Thomas Malory. Lowery la presenta, además, como la madre de Gawain, y no de Mordred, manteniendo su esencia como hechicera, esta vez para propiciar las condiciones que lleven a su hijo iniciar el peligroso y épico viaje a la adultez que le enfrentará a la mismísima muerte, en el encuentro final con el Caballero Verde. Así, Morgana acompañará a su hijo en el camino bajo la forma de un zorro y también deberá aprender hasta qué punto debe acompañarlo en su travesía. Un cuarto elemento simbólico será, obviamente, las tentaciones a las que tendrá que hacer frente como el autoengaño, la deserción y la lujuria. El encuentro en el campo de batalla con el chico que le indica el camino a la Capilla Verde, que termina siendo el cabecilla de una banda de ladrones, se inspiró en la Batalla del Monte Badon (circa. 500 D.C.) mientras que el posterior asalto es un recordatorio de que las mentiras pueden venirse abajo al primer traspie. Por su parte, la secuencia fantasmal con Santa Winifreda, abadesa que efectivamente murió decapitada al negarse a entregarse a un pretendiente en 660 D.C. no sólo traerá a colación nuevamente la decapitación, sino también el enfrentamiento del héroe con la venganza sobrenatural y la remarcación de los deberes caballerescos de Gawain para satisfacer el alma de la santa. Y por último, Gawain tendrá que enfrentarse a las constantes insinuaciones y embates de la atractiva Dama del Castillo, quien además simbólicamente le regala un cinturón verde como el que su madre le había obsequiado, ofreciéndole la posibilidad cierta de salir airoso de su mortal encuentro con el Caballero Verde y vivir un futuro esplendoroso, similar a lo que ocurre con Jesús en "The Last Temptation Of Christ" (1988) de Martin Scorsese.

Finalmente, un quinto elemento alegórico, al que ya hice alusión y que se desprende del párrafo anterior respecto al autoengaño de Gawain, es evidentemente la autocontemplación no sólo del propio protagonista, sino que de toda corte de Camelot, incluido el propio Arturo. La llegada del Caballero Verde a la desintegrada capital del reino desafiando a los holgazanes y despreocupados caballeros de la Mesa Redonda simboliza la necesidad de acabar con los niveles de autoindulgencia y decadencia a los que ha llegado el mundo (cristiano), olvidando sus valores y principios y consumiéndose en sus propios vicios. Por cierto, el director extenderá el uso de esta metáfora al espectador moderno que consume productos cinematográficos vacíos e insípidos, al cual desafía para que abra los ojos y vuelva a apreciar el cine como lo que es, un arte. Y a propósito de ello, desde un punto de vista plástico, "The Green Knight" (2021) es una experiencia verdaderamente extraordinaria para los sentidos. En primer lugar, destaca la notable fotografía de Andrew Droz Palermo ("A Ghost Story", 2017) que maravilla por el naturalismo e inmensidad de los planos y sus secuencias exteriores de la campiña inglesa, los páramos y los castillos de Cahir (1142), en Tipperary, y de Charleville (1812) en Offaly, siempre en Irlanda. Las secuencias de Gawain deambulando por terrenos baldíos y los bosques británicos gozan de gran preciosismo y tienen éxito en engullir al espectador y transportarlo al medievo, al margen de los pequeños retoques de Weta. También, la película no defrauda en cuanto a postales brumosas, misteriosas y atemporales cargadas de colores grises en los alrededores de los castillos.

El trabajo decorativo de interiores no se queda atrás en donde destaca la austeridad y sobriedad de los diseños de la canadiense Jade Healy para el burdel, la casona de Gawain y el Castillo del Lord, pero especialmente para el salón de la Mesa Redonda de Camelot, en la que Healy introduce pinturas mate pintadas a mano para dar una sensación de amplitud al escenario y varias piezas de arte medieval que dan mayor autenticidad. En cuanto al vestuario, la diseñadora polaca Malgosia Turzanska ("You Were Never Really Here", 2017) introdujo conceptos de diversas culturales con motivos incaicos en las coronas de Arturo y Ginebra, celtas en las placas decorativos de los vestidos reales y cristianas medievales en las capas de éstos para reforzar la idea de santidad arcaica. Otros diseños que destacan son el icónico manto dorado de Gawain y, por supuesto, el traje del Caballero Verde, cuyas protesis estuvieron a cargo de Barry Gower. Lowery optó por que se elaborara el traje del caballero y se maquillara al actor para aumentar la sensación del tamaño y dar mayor realismo a las escenas en que interviene el gigante, a través de plataformas y monturas falsas. Es de destacar también el trabajo de Christopher Barnett y equipo en la edición de audio para los movimientos del gigante verde que resultan impresionantes y perturbadores en algunas secuencias.

El compositor estadounidense Daniel Hart, habitual colaborador de Lowery en varios de sus films "Aint Them Bodies Saints" (2013), "Petes Dragon" (2016), "A Ghost Story" (2017) y "The Old Man & The Gun" (2018) regala una magistral y épica partitura con fuertes raíces medievales que incluyen laúdes, aropas y flautas, a los que suma suaves violines, pero en los que también utiliza el silencio y la percusión como "In Stori Stif and Stronge". Hay otras melodías que incluyen guitarras acústicas como "You Do Smell Like Youve Been At Mass All Night". Pero no todo es suave y ligero, ya que podemos encontrar cortes más oscuros con base de bajo electrónico en "O Greatest Of Kings" y "One Year Hence" y otros claramente más siniestros como "Rest Them Bones My Brave Little Knight" y "The Giant’s Call". Los segmentos corales icnluyeron las voces de cantantes como Emma Tring, Katenka Vindelev, Bobak Loftipour y Atheena Frizzell. El estreno del film estaba programado para el 16 de marzo de 2020 en el Festival de Cine South by Southwest (SXSW) y luego el 29 de mayo en cine, sin embargo, la pandemia de COVID-19 obligó a la cancelación del SXSW y al cierre masivo de salas de cine en todo el mundo. Esta pausa le permitió al Lowery volver a montar el filme ya que no había quedado contento con la edición para el SXSW, lo cual le tomó aproximadamente 6 meses mientras se decidía su nueva fecha de estreno. Finalmente, la cinta se estrenó el 17 y 24 de septiembre en Estados Unidos y Reino Unido, respectivamente y hasta la fecha a recaudado US$19 millones después de una inversión de US$15 millones.

Las actuaciones son notables, en un reparto en el que Lowery desestima nombres, el film tiene la ventaja de contar con un solvente y versátil Dev Patel quien ofrece una variedad de estados emocionales en su protagónico, desde la soberbia y la autocomplacencia hasta el miedo y la desesperación conforme su viaje se acerca a término. De hecho, el Sir Gawain de Patel es carente de idealismo y bastante mundano, muy contrario a lo que el autor del romance seguramente tenía en mente cuando lo escribió, pero ante todo esencialmente humano en especial cuando se enfrenta al dilema final de ofrecer su vida por honor y prestigio y renunciar a ello. Le acompañan una interesante Alicia Vikander, actriz sueca que cumple satisfactoriamente con dos papeles, el de la meretriz Essel que sueña con convertirse en esposa de Gawain e igualar así su estatus en la corte y el de la encantadora Dama del Castillo, que pone en serios aprietos al héroe ante la lujuria. Sarita Choudhury, en tanto, interpreta a la madre de Gawain y hermana de Arturo, que como ya indiqué se aleja bastante del aura antagonista de los romances tardíos del Ciclo Artúrico, ofreciendo en gran medida una interpretación más mística y pagana, muy diferente a la impronta cristiana. Conviene también destacar la interpretación de Ralph Ineson como el Caballero Verde, cuyas breves apariciones resultan totalmente antológicas aun teniendo en cuenta el maquillaje y prótesis que lleva encima. El reparto lo completan el australiano Joel Edgerton como el Señor del Castillo, el irlandés Barry Keoghan que personifica al ladrón y Sean Harris como Arturo. La escocesa Kate Dickie interpreta a Ginebra y la inglesa Erin Kellyman encarna a Santa Winifreda.

En definitiva, entretenida y aceptable adaptación del famoso romance medieval de finales del siglo XIV (Sir Gawain y el Caballero Verde), un excelente relato intimista, ambiguo y rico en interpretaciones sobre la dignidad y grandeza humana, envuelta en una magnífica factura visual tan arriesgada como impecable. Es sobresaliente a nivel audiovisual, pero bastante más irregular en términos de guión. Aunque en cierto modo, la siento como una propuesta fallida, es tanto el poderío de su despliegue visual y la originalidad que atesora, que sus aspectos positivos terminan ganándome por encima de los negativos. En unos tiempos en los que en Hollywood hay asentada una escasa originalidad a la hora de producir películas, encontrar obras como esta cargadas de personalidad siempre me resulta satisfactorio. Por eso, a pesar de sus irregularidades, para mi se trata de una experiencia arriesgada y estimulante que en su conjunto termina siendo notable.

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Pero que diantres...
Cuando acabado la película he ido a orinar y no he orinado.
Ya aparte de ser algo extraño no empatizas con el protagonista ni un solo momento, solo justo al final.
Desde que a comenzado se me ha echo bola y casi me ahogo.

Mas aburrida no puede ser, no engancha, no hay tension, no te crees al prota para nada, solo se salva una gran fotografia, con escenas q parecen cuadros, lo demas.....flojisima...me deben dos horas de vida q no recuperare jamas...

Visualmente perfecta. Alicia Vylkander es imponente. La mirada de Dev Patel te sugiere siempre que algo ands mal, muy mal. Es la mejor película que verás en muchísimo tiempo.