Ciudad de México. Una mujer con un hijo enfermo necesita trabajo y se adentra en el cabaret Barba Azul. En este lugar las mujeres bailan y beben con los hombres que lo frecuentan. Pero, hay un lugar dentro de este sitio que tiene más vida que sus salones; el baño. En él se encuentra Doña Olga, un mujer que lleva más de 45 años en el mundo del cabaret y ahora, a cambio de propina, ocupa un lugar especial en la entrada a los lavabos. Cuida los bolsos, asegura de que siempre haya papel higiénico, pero, sobre todo, intenta apoyar y cuidar a todas las mujer que cada noche se cubren entre capa y capa de maquillaje para salir a mostrar su mejor sonrisa.