Lo primero que sentí cuando me enteré de que Zack Snyder volvía al género zombie, es unas enormes ganas de verlo y recordé el magnífico remake que hizo del "Zombi" de Romero con su "Amanecer de los Muertos". Después vi las primeras imágenes, el estilo, el color y leí las primeras críticas y mi ilusión se fue al suelo. Así que cuando finalmente me acerqué a la película, iba con pocas expectativas y creo que eso ha sido un punto a favor. La película tiene una estética a la que no estamos acostumbrados con el director de Wisconsin, no hay ese exceso de grandilocuencia, ni de cámara lenta... No hay esa oscuridad tan característica suya (quizás, precisamente, donde menos la hay sea en su remake de Romero, paradójicamente), y es una mezcla de géneros en la que una de sus peculiaridades debo decir que a mí personalmente no me suele gustar, y menos en el cine de género, me refiero a las "variantes" del enemigo, lejos del habitual muerto viviente o infectado. Más allá de eso la película, a la que se le critica mucho la duración, es entretenida, no me parece que se haga excesivamente alargada, y tiene escenas de acción trepidante y, por momentos, mucha tensión.
Para finalizar, en esta vorágine de las redes sociales, donde parece que hay que amar un director y defenderlo a muerte, u odiar algo y machacar su trabajo, tengo que decir que no voy a participar jamás de ello y, dicho esto, me gusta mucho Snyder, reconozco que no es de sus mejores trabajos ni mucho menos, pero valoro el hecho de que sea un director que cuando se involucra en un proyecto lo haga personal hasta las últimas consecuencias y que en el caso de "Ejército de los Muertos" no crea que haya que mirar más allá de ser un entretenimiento gamberro y para pasar un buen rato, no hay más.