Las drogas hacen que se crucen las vidas de varias personas que no podrían ser más diferentes: El agente encubierto de la DEA Jake Kelly (Armie Hammer) organiza una gigantesca operación de contrabando entre Estados Unidos y Canadá en la que colaboran varios cárteles y espera acabar con ellos. La arquitecta Claire Reimann (Evangeline Lilly), que se está recuperando de su adicción a la oxicodona, descubre que su hijo desaparecido está implicado en el tráfico de drogas. Y el profesor universitario Tyrone Brower (Gary Oldman) tiene que enfrentarse a una desagradable revelación sobre su cliente investigador: Y es que una empresa farmacéutica con conexiones con altos círculos políticos está lanzando al mercado un nuevo analgésico que supuestamente no crea adicción. Pero Brower sabe que no es cierto.