EL MENÚ
Película usa 2022, de una duracion de 107 minutos, con una valoración de 6/10, bajo dirección de Mark Mylend y guión Set Reiss y Will Tracy, con un presupuesto de 30 millones.
Ante una dirección que creo es lo que peor funciona. Un personaje extraño asesino, mitad cocinero, mitad speaker, mitad místico religioso, mitad hipnotizador cuyas heridas emocionales le convierten en una persona muy peligrosa en su elaborada venganza delirante.
En un largometeaje pretencioso ante una narrativa sobre la codicia y el deseo de unos adinerados comensales foodie, en el que tan sólo son Trampantojo humanos.
Su némesis es una Taylor-Joy algo contenida al principio y que usa su expresividad facial a las mil maravillas. Su respuesta gestual a la locura que se va desenvolviendo ante ella es impagable.
A pesar de que los dos se comen la pantalla, ambos están muy bien acompañados por el resto del reparto. Nicholas Hoult interpreta al personaje más caricaturesco de todos. Un fanboy de lo más ridículo dispuesto a aceptar cualquier cosa que venga de su idolatrado cocinero. Su Tyler es la diana más evidente de la mordacidad del guion, ya que hera parte del decorado.
Si bien el guion jamás desarrolla de manera creíble a ninguno de sus personajes es una película que cautiva con su puesta de escena, al igual que la originalidad de los platos de la nouvill cussin que presentan. Todas la imágenes forman una coreografía perfecta con un estilo abrupto con cada cambio de plano. Es un montaje tan melódico que hasta el uso del leitmotiv visual es evidente, dándole calidad narrativa, en un ritmo adecuado. No obstante a los que somos seguidores de Master chef, no nos ha impactado las esfericicaciones, las algas, las floraciones, ni el alginato que ya descubrimos con honorato.
Hay un momento en el que Mylod parece perder el control de la película, con una escena de persecuciones que desentona entre las demás. Parece un punto de inflexión en el que todo lo construido corre el riesgo de derrumbarse en pos de la urgencia. Así como la mano derecha del maestro chef, estalla en un ataque de celos, desubicado que no todo está atado y bien atado. No es más que unos de los escasos giros del guión no muy bien elaborados, ya hace despertar más dudas a la historia, a la que en general le falta mucha solidez.
Un filme que empieza con muchas espectativas prometiendo mucho, pero según va evolucionando algo no termina de encajar en la trama. La elegacian y el poderio, con apasionados jóvenes cocineros, se convierten a un palmeo, en proselitos de una, secta religiosa dispuestos hacer lo impensable sin pestañear, como si fueran máquinas.
Ante el esnobisno que se posiciona, el final hamburguesa, un toque estadounidense que termina siendo anticlimático, y en la que la hace previsible por que se va anunciando, no rompiendo la hirizontalidad.