Michelle Carter, una joven de 17 años de Massachusetts, le envía periódicamente mensajes a su novio en los que le incita a suicidarse. Un día cualquiera, a sus 18 años, Roy decide quitarse la vida. Encerrado en una furgoneta con el motor en marcha, el joven no tarda en morir asfixiado por el monóxido de carbono. Una enorme controversia se genera en torno a este caso criminal tan polémico y mediático. La pregunta es: ¿Se puede inducir realmente a alguien a cometer un suicidio? ¿Existe tal poder de manipulación?
Dos años después de que Carter fuera condenada por homicidio involuntario, Te quiero, muérete llega de la mano de Erin Lee Carr (Crímenes de pensamiento: el caso del policía caníbal, Recordando a David Carr, Mami muerta y querida). Familiarizada con el seguimiento documental de sucesos criminales, la directora pretende hacer un repaso del juicio contra Michelle Carter, con la intención de poner sobre la mesa todas las pruebas que la inculparon y que los espectadores sean capaces de decidir si sus acciones fueron o no las de una criminal.