Crítica de SensaCine.com para Pink Floyd The Wall: Otro ladrillo...

El proyecto de 'Pink Floyd – The Wall' tiene su mérito sobre el papel. Un musical basado en un disco de éxito que se escapa de las rutinas de este tipo de películas. Aquí no aparece la banda (el protagonista, de hecho, es el cantante de otro grupo, Bob Geldof), no se moldea una historia al uso, ni se interpretan las canciones como en los musicales tradicionales. Alan Parker, por aquel entonces una de las promesas del cine británico, intentó trasladar a la pantalla la idea de obra conceptual con que se concibió el disco.

En 'Pink Floyd – The Wall' se mezclan tiempos históricos sin seguir las convenciones narrativas típicas, se introducen escenas de animación y se potencia el poder simbólico, metafórico y evocador de las imágenes. Pues sí, a priori, muy interesante. Pero el resultado es decepcionante. Como un videoclip alargado hasta alcanzar la hora y media de metraje, 'Pink Floyd- The Wall' resulta cansina y confusa, un ejercicio solo apto para fans que no justifica su estatus de obra de culto. Eso sí, resulta útil para extraer fragmentos a modo de clip como se llevó a cabo para la canción titular.

A favor: las secuencias de animación.

En contra: cuesta llegar hasta el final.