No son fáciles los biopics, porque tienes que decidir si ser fiel a la realidad o hacer un producto para el disfrute del espectador. Y si a eso le añades que debes quedar bien con las personas sobre las que se cuenta la historia, más complejo aún (hay que recordar que el guion fue aprobado por la familia Williams). Aquí me da que optaron por hacer una película positivista, eliminando todo lo que pueda ser “no conveniente” o “menos brillante”, y consiguiendo que todos los personajes, a su manera, se conviertan en héroes. Muy del cine americano. Esta es una de esas que hemos visto mil veces: el sueño americano, la tierra de las grandes oportunidades si te esfuerzas, siempre funciona. Y me da que por cada éxito, hay millones de fracasos. Ley de vida.
Aun así, el director puertorriqueño Reinaldo Marcus Green ha logrado un film entretenido. Con alguna laguna, eso sí; y un poco de metraje de más. Hay conceptos redundantes durante la película, perfectamente suprimibles (la pobreza y la discriminación racial que sufrió el padre (Will Smith) y que intenta evitar a sus hijas, por ejemplo). Y, aunque la trama central de esta historia es saber cuánto de padre coraje y cuánto de showman egocéntrico tiene el padre de las tenistas, creo que esta parte está demasiado edulcorada. De todas formas, esta película le dará un salto a este joven director que ya se disputan las grandes productoras, tras sorprender en el Festival de Sundance ganando el premio especial del jurado con “Monsters and men” (2018). Ojito, estaremos atentos porque prepara otro biopic. Esta vez, sobre la vida del cantante jamaicano Bob Marley.
La película, lejos de ser perfecta, tiene muchos valores. Te seduce poco a poco, te entretiene en casi todas las secuencias y, eso sí, hace que empatices con los personajes desde el primer momento. Hasta del padre de las tenistas. Aquí diremos que la interpretación de Will Smith, nominada al Óscar, es impecable y llena la pantalla a cada plano. Yo soy muy fan de su carrera, lo reconozco, desde el Principe de Bel-Air y de cómo ha sabido compaginar papeles de comedia, drama, acción y todo lo que le pongan por delante. Tercera nominación a la mejor interpretación masculina. Ya lo fue por la impresionante “Ali” (Michael Mann, 2001) y “En busca de la felicidad” (Gabriele Muccino, 2006). Quizás, esta no sea la mejor de sus actuaciones y no parte como favorito.
A su alrededor, otro de los éxitos: la familia. El papel de madre, desde el guion y me imagino que en la vida real, postergada a un segundo plano del que ella solo sale cuando tiene que enfrentarse a su esposo y sus “implacables” métodos para educar a sus hijas (de los dos, aunque a él se le olvide de vez en cuando). Aunjanue Ellis está nominada como actriz de reparto, pero las competidoras son grandes. Yo apuesto por Kirsten Dunst por “El poder del perro” (Jane Campion, 2021). Y las tenistas, Venus (Saniyya Sidney) y Selena (Demi Singleton) impresionantes. Transmiten todas las emociones-sensaciones y son gran parte de que el espectador disfrute de la película.
Agradecer que este biopic no se haya centrado más en la figura de Selena, quizás la mejor tenista de todos los tiempos, y se haya centrado más en la figura de su padre, el verdadero protagonista, contado a través de la historia de la mayor de las hermanas y no de la “mejor”. Tienen que verla, es entretenida, la realización de los planos de los partidos de tenis es inmejorable. Ayudan mucho al disfrute, como ejercicio de distracción. Y que quieren que les diga, la película conecta con mi “yo” interior tan obsesionado con las pre-producciones trabajadas. La frase “si fallas en la preparación, prepárate a fallar”, me representa.