Todo parece ir bien para Audrey y Jérôme. Tienen tres hijos maravillosos y les apasiona su trabajo. Sin embargo, un fin de semana, ambos planean una escapadita con sus respectivos amantes. Lo que no saben es que los dos tienen la misma idea: ir a su casa de campo. Cuando se encuentran cara a cara, todo salta por los aires, y por si fuera poco allí aparecen los padres de Audrey, seguidos de sus hijos y finalmente su hermana. El cuarteto no tiene más remedio que actuar para mantener las apariencias. Pero muy rápidamente el barniz y los nervios se agrietan.