En 2018 la película fue nominada al Premio Goya en la categoría de Mejor Película de Animación.
Rafael Ruiz Ávila se inspiró en una historia del folclore andaluz durante la Reconquista en la Peña de los Enamorados. Allí hay una estatua que recuerda la trágica historia de dos amantes, un cristiano y una musulmana. Un amor imposible, que terminó con el suicidio de la pareja, con la esperanza de poder estar juntos en la otra vida.