Frank (Bruce Willis) es un sheriff retirado que ahora vive tranquilamente alejado de la delincuencia. Sin embargo, unos delincuentes invaden su hogar una noche. Su familia y él tiene que acceder a las peticiones de los secuestradores. Una vez tienen lo que quieren, los ladrones se disponen a escapar cuando uno de ellos es alcanzado por una bala. El hijo de Frank (Chad Michael), un médico que ha tenido problemas legales, tendrá que operarle a vida o muerte para salvar a su familia que sigue retenido por el resto de malhechores.