Película USA del 2021, de una duración de 126 minutos, con una valoracion de 6/10, bajo dirección de Michael Showalrer y guión de Abe Sylvia. Drama Biopic sobre la telepredicadora evangelista estadounidense.
Tammy Faye probablemente no sea un nombre reconocido en España, pero en Estados Unidos, ella y su esposo el predicador Jim Bakker (Andrew Garfield) llegaba a 13 millones de hogares a través de un programa evangelico el TPL CLUB desde 1974 hasta 1989, de una duracion de 60 minutos, llegando una notariedad social muy grande con 20 millones de creyentes, en la que se entraba a 13 millones de hogares por tv, de la USA conservadora profunda.
Una película divertida, carismática, amena y empatica, que bajo la dirección de Michael Showalter y la extraordinaria interpretación de Jessica Chastain nos expone en este biopic a una mujer muy genuina de la cultura estadounidense de carolina.
La actriz Chastain es capaz de sacar el magnetismo de su scrip en uba edulcorada visiob de Faye, el mantener compacto y arrastar hacia adelante un guión con ciertos peros narrativos muy evidentes.
El director Michael Showalter pasa de dotar alrrededor Chastain de mas potencia, ya que las subtramas están elaboradas a medias y tiene fallos notables, comenzando por un guión manipulativo y caótico escrito por Abe Sylvia que deja en el aire ideas y personajes, en el que bien se podria haberse podido definir el personaje de Tammy Faye, no quedando un tanto dispersa.
Uno de los elementos más olvidado es el total menosprecio en la influencia de sus hijos salvo por una escena de tres minutos, en un monento son aludidos como elemento casi decorativos. Es como si la vida de estos dos hijos jamás hubiera generado algún impacto en las vidas de Faye y Bakker ante lo que mas bien parece ser un olvido en la línea narrativa.
El personaje de Bakker no goza de un desarrollo encumbratico, y se va deluyendo como azucarillo en un cafe dando vueltas. Después de un primer acto lleno de amor y conjuncion entre la pareja, Bakker es retratado claramente como un charlatán especulativo que descalifica constantemente a Faye, El guinista no intenta entrar en las razones que hay detrás de sus actos, o explorar el momento en el que la riqueza lo desconecta de sus ideas cristianas prinarias, pasa en cuatro pinceladas simplonas de ser un pastor sencillo a un todo poderoso lider evangelista en auge.
Vincent D’Onofrio interpreta al pastor conservador Jerry Falwell, un personaje introducido como si fuera ek todo poderoso manipulador del mundo evangelico USA, en el que es fotografiado con un extremado derechista homofobo republicano. Pero Faye y Bakker ante esto deciden crear su propio mensaje show, desafiando la palabra de este patriarca al que temen y obedecen todos. Un corte mas alla nos lleva al futuro en donde dicha meta ya es una realidad televangelista. Dandose a entender que todo ha sido sencillo para la pareja de segunda fila carente de travas y presiones como si fueran una orden totalmente independiente. Por lo que suscita cuestionar que en realidad Falwell no era tan poderoso y relevante. Entonces por qué dotarlo bajo esa imagen interna.
Otro fracaso narrativo considerable es el trato de la adicción de Faye, mismo que es resuelto con un intercambio de diálogos. Este tipo de fallos son constantes a lo largo de la película y hablan de una escritura sumamente floja que intenta contar su historia a través del maquillaje.
O el pasar de puntillas sobre la adiccion y desintoxificacion que la hace pasar por la famosa clinica de adinerados famosos.
El como se construye todo un imperio que hasta lod presidentes de eeuu recurren a el.
Funciona como una buena expisicion de la utilización de la religión para manipular a las masas, y obtener dinero de ellas y hasta influenciar campañas políticas en Estados Unidos, algo que sigue siendo una realidad en ese pais, en el que los evangelistas tiene mucho ganado en era cibernetica del soni-mage. Nunca hay duda de las sucias acciones de Jim Bakker; ni siquiera se intentan disfrazar. El problema es que el filme se desvirtua haciendo creer que Faye fue completamente inocente en un fraudes tan importante sobre la generosidad de los donativos sociales, en que su marido Bakker de 49 años, cometido 24 delitos de fraude y conspiración y el de desvío ilegal de 3,7 millones de dólares procedentes de sus fieles seguidores con fines lucrativos, en el que ser sentenciado a 125 años, y al pago de cinco millones de dólares de multa.
Esto tal vez hubiera funcionado si el guion contextualizara con mayor detalle las ideas y acciones de su protagonista alrededor de su esposo en vez de solo intentar plasmar un mundo de colores y pureza.
Asimismo, la carencia de interés en mostrar el impacto que los crímenes tuvieron en sus víctimas, genera aún más alienación.
Brilla cuando se enfoca en los ideales progresistas de Faye, quien a diferencia de los demás personajes, está utilizando al amor incondicional como herramienta para apoyar a la gente, sin importar su género o preferencia sexual. Su desafiante actitud ante Falwell o la recreación de su famosa entrevista con Steve Pieters, misma que fue un acto radical en un país conservador encabezado por un presidente que trataba al SIDA como un chiste, son momentos que le dan profundidad a Faye. Jessica Chastain provee bravado y emotividad a estas memorables escenas, pero a fin de cuentas, termina por convertirse en un pulpo utilizando sus tentáculos para tapar los agujeros de un bote que si bien navega establemente durante un largo trayecto, inevitablemente se hunde.