¡Qué bello es vivir!
por Paula Arantzazu RuizEl polifacético Nicolas Cage dejó momentáneamente las pistolas, los coches robados y las explosiones para convertirse en un tiburón de Wall Street a quien un ángel le transforma la vida llevándole hacia un presente paralelo en el que es un padre de familia casado con la novia que en su día abandonó. ¿Le suena? Estamos ante una nueva versión del célebre ‘Cuento de Navidad', de Charles Dickens, popularizado en el cine en la adaptación que realizó Frank Capra en su menos mítica ‘¡Qué bello es vivir!' (1946). Brett Ratner no oculta las referencias (la nieve cayendo del cielo como elemento que provoca la epifanía moral del protagonista, la música de corte navideño y familiar de Danny Elfman), sino que las subraya, realzando el tono fantástico y de cuento de hadas del pasaje. A pesar de ciertos lugares comunes, Ratner no se excede en el tono cursi de este tipo de trabajos y confía en la buena actuación de Téa Leoni y la no tan grotesca de Nicolas Cage la conducción del largometraje; una cinta que, sinceramente, no pasa de ser un apto melodrama para cualquier sesión de tarde invernal.
A favor: En la banda sonora aparece el tema de Mocedades ‘Eres tú'.
En contra: Que apenas deja impronta.