Últimas opiniones sobre Superagente Makey

He de admitir, que aun y siendo muy español, y mucho español, no me suelen gustar las producciones de cine de mi país. Sin embargo, esta película es la excepción a la regla. Hay veces que el chiste malo te pilla tan desprevenido, que simplemente no puedes evitar descojonarte. Como cuando spoiler: al final le dice hijo de Putin al ministro de exteriores ruso, hay que tener huevos
.

Me aventuraría a decir que es la peor película que he visto en mi vida, no puedo entender que esto pase un corte y llegue a pantalla

Nuevo innecesario e insustancial producto de
Atresmedia, "cultura" europea. Trata sobre las
andanzas de un policía municipal que pareciera
haber salido de aquella España oscura y gris de
la dictadura. Y para los nostálgicos de la época.
Patetismo y casposidad al 50% en esta improductiva
tarteleta. ¿Cómo puede haber gente que se decida a
abordar y ejecutar proyectos como este? Del todo
incomprensible. Y embrutecedores Harlem y Jordi
Sánchez. .MARCIANA. .0 sobre 5. ..PICARD..

Yo no iré a ver esta película.
Para empezar, que el director se llame como el crítico de cine inolvidable de voz aguardentosa, acatarrada, bronca debe ser lo mejor del film. No sé si tienen alguna relación familiar. Me gustaría saber qué diría de ella el inefable crítico. Seguramente con su bonhomía y su cachaza diría algo así como,
-Película, pase, pero cine…..
Empiezo.
Sí, Leo Harlem tiene momentos hilarantes en sus monólogos. Sí, hay que agradecerle la creación de ese ser impresentable, garrulo, grosero, enamorado de todo lo casposo español, cervecero y panzón. Nos reímos con él, pero no deberíamos imitarlo.
Sí, no siempre hay que estar haciendo películas “Bergman”
Sí, la gente necesita divertirse y reír.
Sí, sí, los actores tienen que vivir. Que sí. Y los cámaras. Y los productores. Sí, sí, todos tenemos que vivir.
Y así podría encontrar cien excusas para defender esta película.
Pero ninguna de ellas tendría que ver con la originalidad, la creatividad, el arte, la enseñanza del mismo, la rebeldía que entraña el mismo, lo sorprendente del mismo, es decir con todo lo bueno y excelente que el séptimo arte representa.
Es decir, junte unas chuches, una botella de calimocho, una pizza y de postre un bollicao, todo al ritmo de un regatón, pásalo por una cámara de cine y ya.
Pero, ¿y dónde queda la función educativa, estimulante, formativa,, cocienciante, despertadora de inquietudes, de sueños, de ilusiones del arte, del cine?
¿Alguna vez adquiriremos la determinación de no hacer por dinero más que lo estrictamente necesario para sobrevivir? Lo que me lleva a entender a todos los que se hayan apuntado al proyecto por necesidades de sobrevivir. Los demás, mal, muy mal. Vender alhajas falsas para sobrevivir bien. Para enriquecerse , mal.
¿Alguna vez adquiriremos la conciencia del poder educativo de los medios, entre ellos el cine y del daño que se hace con productos mediocres a las mentes juveniles?
¿No nos damos cuenta del aborrecimiento, el entontecimiento que este tipo de cine produce?
¿O es que trabajamos para conseguir un mundo feliz, lleno de epsilones?
Por eso no iré a ver esta película. Me la sé enterita.
Llevo años huyendo de ellas. Las conozco. Sé como se las gastan. A lo que suenan. Mucho ruido y ni una nuez.
No vayan a verla. Hagan cualquier otra cosa que no sea embrutecedora.
Siento decirlo.