"Babylon" (2023) de Damien Chazelle - Crítica de Javier Vázquez (11/02/2023)
*AVISO* Se recomienda leer la crítica después de haber visualizado la cinta. Puede contener revelación de detalles de la trama (spoilers).
Quisiera empezar esta crítica dejando tajantemente claro, que el director de "La La Land", Damein Chazelle, ya puede coronarse como uno de los mejores directores modernos que hay, porque que un director pueda lograr hacer una película romance/musical, empalagosa en sus escenas de baile y canciones, como es el caso de “La La Land”, y que luego te pegue un tortazo con una película de drama/comedia, con toques bastantes oscuros, se merece mis respetos. Directores con gran variedad fílmica, que logran saltos increíbles entre sus películas.
¿Qué es lo que he visto? ¡Por dios! Me resulta bastante difícil creer que, parafraseando a mi hermano, haya alguna película que supere a esta en el año 2023, aunque sea un año bastante fuerte para los premios Oscars.
"Babylon" es una película que sale del alma de Chazelle, y es que se nota cuando la ves por primera vez. Es una película que habla sobre películas, lo que yo llamo, "cine sobre cine". Y es algo que realmente me encanta como cinéfilo apasionado, porque nos muestra los grandes rodajes de los años 20 y 30, todo lo que hay detrás de una cámara. Lo que nos muestra Chazelle es la magia del cine, desde su cine.
Contando "La La Land", es la segunda película que veo de él, y francamente no me esperaba que fuera a ser una joya. Pero es que lo es, y ahora os quiero contar porque lo pienso.
Comenzamos por “Manny Torres” (Diego Calva), un actor mexicano, conocido principalmente por protagonizar la serie “Narcos”, el cual desconocía absolutamente y que me ha impresionado muy gratamente su maravillosa interpretación en “Babylon”. En la película empezamos con él desde lo más bajo y terminamos también con él, pero esta vez, en lo más alto. La película es así, nos va guiando por el mundo del cine desde el principio, subiendo de escalafón, poco a poco y no tan poco a poco, como en el caso de “Nellie LaRoy” (Margot Robbie), que tan solo le basta una prueba de interpretación para que se interesen por ella como si de la mejor actriz de cine se tratara.
Siguiendo con Manny, me parece un muy buen personaje principal, pues gracias a él pasan muchas cosas de la peli, y como dije antes, es un muy buen conductor, pues nos lleva a ver cómo se hace cine, desde una de las partes más importantes de una película como es la producción.
Manny empieza haciendo el “trabajo sucio”, como chico de los recados, que es como son la mayoría de personas que trabajan en ayudantía de dirección, pero se denota que, en un nivel más bajo, más pobre en el caso de nuestro amigo Manny. No nos tomemos esto apecho, la parte de producción es una de las partes más fuertes e imprescindibles de una obra audiovisual, y el trabajo que realizan es muy importante, pues son los que se encargan a groso modo de que todo fluya a la perfección.
No es ni peor ni mejor que otros trabajos dentro de la industria del cine, pues no puede funcionar el uno sin el otro. Pero sí es cierto que hay mejores condiciones en unos que en otros.
De eso hablo, de las condiciones, pues Manny, al principio del filme, se encuentra en unas condiciones para nada parecidas a como va a terminar. Haciendo bien el trabajo, poco a poco va consiguiendo ser alguien con muy buena reputación. Un personaje que tiene muy buena mano con todo lo que hace, que consigue lo que se propone, un ejemplo a seguir para muchas personas de lo que es un buen ayudante de producción.
Al contrario que su mejor amigo y futuro marido Manny, Nellie LaRoy consigue saltar a la fama con solo una interpretación.
Aunque el elenco de actores es bastante bueno, hay que destacar que los tres personajes principales, Manny, Nellie y Jack Conrad (Brad Pitt), no mencionado este último hasta ahora, hacen un trío de amor al cine, que hace que sus vidas se junten en el mejor momento, pero que tienden a la decadencia, rasgo que comparten en común.
Brad Pitt no hace el mejor papel de su carrera cinematográfica, pero sigue siendo Brad Pitt, un actor de categoría indescriptible, que con cualquier guion hace magia. Y eso es algo que suele hacer muy bien en compañía de su amiga y compañera de set Margot Robbie, que juntos hacen un dúo muy bueno.
La interpretación de estos tres principales es una maravilla, pues cada uno destaca a su manera, y hacen que la película haga un engranaje perfecto, que circula y camina con soltura.
Hay muy buena variedad interpretativa; como el director Spike Jonze, que hace la magnífica interpretación, paradójicamente, del director de cine Otto Von Strassberger; Sidney Palmer (Jovan Adepo), magnífico trompetista, y que se podría contar como un cuarto protagonista; Anna May Wong (Li Jun Li), la cantante de la canción del conejito; o el espeluznante James McKay, interpretado por Tobey Maguire, que consiguió a la perfección ponerme en tensión y asustarme como hacía tiempo que no lo hacía una película.
Recalco la figura de James MacKay (Tobey Maguire), cuya actuación me parece asombrosa. Hace que esa “fortaleza” de la que nos habla y más adelante muestra, sea algo de lo que nunca querrías formar parte, de ningún modo, pues es oscuridad dentro de la oscuridad, o al menos, eso me dio a entender ese siniestro lugar.
Continuando con la crítica, hablo, ahora sí, de la magia del metraje.
¿Qué pasa la primera media hora? Para mí es lo más maravilloso de la cinta, pues son 30 minutos de autentico dinamismo en las escenas, llenas de locuras, desnudos, drogas, bailes, música, músicos… Una auténtica pasada, lo que me recuerda al mejor montaje que he visto nunca antes en una película como “Elvis” de Baz Luhrmann, película que goza, en su plenitud, de un montaje agitado.
Me considero fanático de las películas que nos muestran su título una vez haya transcurrido parte del filme, el tiempo suficiente para que nos hayamos olvidado de que estamos en el principio de la peli, o en su defecto, al final de esta.
Toda la película rebosa música, gracias al compositor fetiche de Damien Chazelle, Justin Hurwitz, quien compuso obras para “La La Land” o “Whiplash”, y ganador de varias estatuillas por sus trabajos junto al director de “Babylon”. Y es que los instrumentos de viento metal y la percusión, roban parte del protagonismo de una película que ha sido injustamente menospreciada para los “Oscars”, pero que, sin embargo, tiene las papeletas de ser la elegida para mejor banda sonora, como ya fue para los “Globos de Oro”. Pero me parece un atropello que ni si quiera haya sido nominada a “Mejor película” o “Mejor dirección”.
La película trabaja la grandeza del cine y la decadencia del mismo, de una manera exquisita, porque Chazelle sabe recoger grandes obras del cine como “Cantando bajo la lluvia” de Gene Kelly, pero a su estilo. Recordando en todo momento que la película muestra la transición del cine mudo al sonoro.
Una película, que al igual que Spielberg con “Los Fabelman”, es muy personal para Damien Chazelle, que nos muestra el cariño que le tiene al cine, haciendo cine, y homenajeando así, al final de la película, obras de otros directores, con escenas míticas de sus películas como; “Avatar” (James Cameron); “2001: Una odisea del espacio” (Stanley Kubrick); “Cantando bajo la lluvia” (Gene Kelly, Stanley Donen); o Matrix (Lana Wachowski); entre otras.
Y particularmente me encanta, ese apoyo ente directores, esos homenajes, esa tendida de manos entre productoras como “Paramount” y “Warner Bros” o “Metro Goldwing Mayer”, que favorecen la creación de contenido de calidad, y que solo algunos privilegiados pueden lograr conseguir gracias a su talento, constancia, y amor al cine, como todos los directores mencionados anteriormente, y por supuesto, Damien Chazelle, que con su película “Babylon” logra una película dinámica de más de 3 horas, llena de amor al cine, y que con su aliño personal consigue una auténtica joya, una obra maestra.