Sergio Garcés (Diego Peretti) es un personaje algo particular que, pasados los 50, se dedica a trabajar como extra en el cine, y aunque su sueño es ser actor, lo máximo que ha logrado es filmar unas pocas películas porno. En la recta final del Mundial de fútbol de 2014, con Argentina luchando por ganar el torneo, Sergio deberá lidiar con su carrera fallida, un lío sentimental con una mujer extranjera que no le interesa (Julianne Nicholson), y un crimen que preferiría no haber cometido. Además, está convencido de que su destino está ligado a la actuación de Argentina en la Copa del Mundo.