Según explica el actor Alfredo Contreras, en la película "contamos en clave de humor todo lo que queda por hacer en nuestro país para que la cultura y en particular el cine español tenga igual de oportunidades y derechos al de otros países que si apoyan y protegen su industria de forma real”.
El director Martín Garrido Ramis vuelve a trabajar con los actores Tomeu Ripoll y Beatriz Barón después de Una función para olvidar (2017).