En 1961, Kempton Bunton, un taxista de 60 años, robó el retrato del duque de Wellington -pintado por Francisco de Goya- de la National Gallery de Londres. Fue el primer (y sigue siendo el único) robo de la historia de la galería. Kempton envió notas de rescate diciendo que devolvería la obra si el gobierno se comprometía a impartir más en el cuidado de los ancianos. Lo que sucedió a continuación se convirtió en algo legendario. Esta es la inspiradora historia de cómo un hombre decidido a cambiar el mundo puso en marcha el crímen más insólito, y lo que sucedió después.