Lo que es ser un superviviente no se puede llegar a poner en palabras. Pero de alguna manera tienes que acercarte y vivir cerca de esa irradiación que puede ser, sin ninguna causa aparente, cualquier conocimiento, cualquier tipo de protección. Necesitas, por la causa de la humanidad, experimentar y entender las distintas formas que adopta el mal, desde trincheras hasta atolones, desde campamentos hasta silencio.El mal se irradia. Y puede que duela incluir en él a las futuras generaciones, pero la inocencia yace más allá.