Antonio Ligabue (Leonardo Carrozzo/Elio Germano/Oliver Ewy) fue un hijo de inmigrantes que pasó una dura infancia y adolescencia, viviendo en un una cabaña cerca del río, sin ceder nunca a la soledad, el frío o el hambre. Con el paso de los años, en su camino se cruza el escultor Renato Marino Mazzacurati (Pietro Traldi) y ve en ese encuentro una manera de acercarse al mundo del arte. Es ese momento cuando todo cambia y ve a la pintura como el único medio para reconstruir su identidad, siendo la única manera de ser reconocido y amado por el mundo.
Conocido como 'El Tudesc', vive como un hombre solitario, desvencijado y feo, siendo continuamente ridiculizado y humillado, acaba convirtiéndose en el pintor imaginativo que se hace famoso por sus pinturas fantasiosas de tigres, gorilas y jaguares, de pie en la orilla del Po. Pero abrumado por el régimen que desea ocultar a aquellos que son diferentes y víctimas de sus ansiedades, es encerrado en un hospital psiquiátrico, en donde tampoco puede dejar de pintar. Salir del hospital es el punto de inflexión para la redención y el reconocimiento público de su talento. La fama le permite mostrar un bienestar alcanzado y abrir la mirada a la vida y los sentimientos que siempre había reprimido.Con el tiempo, sus obras demuestran ser un regalo para toda la comunidad, el regalo de su diversidad.