Henri Grouès, proveniente de una familia burguesa, decide abrazar la vocación de sacerdote, pero su vida cambia radicalmente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Se une a la Resistencia y, tras la muerte de un amigo y la exposición a los horrores de la guerra, emerge transformado en Abbé Pierre, un hombre decidido a defender a los más desfavorecidos.
Dedicará el resto de su vida a luchar por las personas sin hogar y a alzar la voz en favor de los vulnerables, convirtiéndose en una figura de compasión y justicia.