ESTE SUEÑO SÍ QUE SE HARÁ REALIDAD
Sueño y pienso a diario imaginándome futuros: en mi propia vida y otros cuándo mi nombre ya sea olvidado. A veces mi mente no puede imaginar, pero en otros momentos luzco de riqueza creativa y siento las vibraciones emotivas y esperanzadoras por encontrar una felicidad y un futuro dónde hallar un camino que no sea en vano. Muero por conocer mundos cyberpunk, sensaciones cómo Blade Runner 2049, obvio sin desear el estado en el que se encuentra la sociedad, aunque no le vendría mal al ser humano “volver” a convivir con muchas situaciones devastadoras para valorar muchos de los lujos que nos da el tiempo, la naturaleza y sobre todo, en general, el ser humano, cada vez nos olvidamos más de todo lo que de verdad importa, solo echamos la cabeza hacía abajo o damos la espalda y me revienta por dentro tener este pensamiento cada despertar.
Tanto hablar del futuro y aún estamos en pañales con muchos de los objetivos a tener en cuenta: la IA, en este caso. Dónde no me quiero ni imaginar y a la vez necesito sentir este hecho recorriendo mi dermis cómo la última vez que saboreé el alcohol (quizá saborear no sea la palabra), no sabemos que somos capaces de crear ni tampoco sabemos qué tan poderoso será este ser, ¿se le puede llamar “ser”?.
Por lo que he sido informado, ésta historia y su producción han sido independientes, además de no ser una súper-producción, sin embargo, luce cómo una, y de las grandes. Salgo de la sala contento y emocionado, sin lágrimas, pero sí con sentimientos de buen corazón hacía ella, porque ésta no es una cualquiera, es una reflexión y una visión futurista pero real (lo será), contiene demasiada humanidad y naturaleza (aunque parezca lo contrario).
Sus personajes no son abrumadores, tampoco memorables, pero contienen cosas, cosas que esperas sabiendo el objetivo del film que transmiten inevitabilidad. –No te resistas, al final te enloquecen–, sobre todo Alphie (Madeleine Yuna Voyles). No doy hincapié al estilo visual de éste proyecto porque espero coincidir con todos saboreando esos adjetivos elogiadores del que tanto nos hemos llenado la boca con el espectacular Oppenheimer y espero lo mismo con ésta, y con algunas próximas.
Concluyendo con ésta historia de la que nos avisa sobre nuestro injusto y posible comportamiento hacia eso/ellos y de su capacidad también, me transmite cierta rigurosidad, (cómo varias de éste estilo Her, 2013). Éste más o menos road movie te llena de esperanza y a la vez de observación, pero siempre para el amor.