Años atrás, el rebelde adolescente Sam (George Ferrier) fue enviado a un internado por su padre Robert (Marton Csokas), que no le soporta más. Ahora, Robert vuelve a traerlo a casa. El motivo: necesita a alguien que cuide de su madre, la abuela de Sam, Ruth (Charlotte Rampling). La anciana está fuera de combate debido a una lesión en la pierna y depende de ayuda constante. Su cuidadora Sarah (Edith Poor) no puede estar presente las 24 horas del día, así que Sam tiene que asumir responsabilidades que no desea. Ruth es abiertamente hostil y una bebedora empedernida. Pero con el tiempo Sam y su abuela llegan a hablarse. Sorprendentemente para él mismo, de esta forma el adolescente desarrolla lentamente una mejor comprensión hacia su padre y su situación, respectivamente sus problemas y temores.
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