Una mujer mira pasar el tiempo junto a las maletas de su ex amante (que se supone que viene a recogerlas, pero nunca llega) y un perro inquieto que no comprende que su amo lo ha abandonado. Dos seres vivos enfrentados al abandono. Durante los tres días de espera, la mujer solo sale una vez a la calle, a comprar un hacha y una lata de gasolina. La mujer atraviesa todo tipo de estados de ánimo, desde la impotencia hasta la desesperación y la pérdida de control. Se maquilla, se viste como si fuera a una fiesta, se plantea tirarse por el balcón, hasta que su ex amante llama por teléfono, pero está inconsciente porque ha tomado una combinación de trece pastillas y no puede atender la llamada. . El perro le lame la cara hasta que se despierta. Después de una ducha fría, revivida por un café tan negro como su estado de ánimo, vuelve a sonar el teléfono y esta vez puede contestar. La voz humana es de ella, nunca escuchamos la voz de su amante. Al principio pretende actuar con normalidad y calma, pero siempre está a punto de explotar ante la hipocresía y la mezquindad del hombre. The Human Voice es una lección moral sobre el deseo, aunque su protagonista esté al borde del mismísimo abismo. El riesgo es parte esencial de la aventura de vivir y amar. El dolor está muy presente en el monólogo. Como dije al principio, se trata de la desorientación y angustia de dos seres vivos que lloran a su amo.