Quince años después, la gimnasta olímpica rumana Andreea Răducan emprende ua lucha por recuperar la medalla de oro que ganó en las Olimpiadas de Sidney 2000. Tras dedicar toda su vida a convertirse en una campeona olímpica, Andreea es despojada del galardón tres días después de haberlo conseguido. La causa: dar positivo en el test de dopping. En ese momento se encontró sustancias de la pseudoefedrina en el antigripal que su médico le había administrado minutos antes de entrar en la competición. Aunque posteriormente se aceptó que la infracción había sido involuntaria, su título nunca fue restituido.
Película documental dirigida por Adrian Robe y Denisa Morariu-Tamas.