Película española del 2021, de 129 minutos, con una valoración de 6/10, bajo dirección de Daniel Monzón y guión Jorge Guerricaechevarria, con un presupuesto de 7 millones.
Un historia que en su transfondo nos intenta trasladar a ese periodo especial en que el protagonista está entre la adolescencia y la vida adulta, ese momento especial en el que aún no sabe quién se es y en qué se convertira, ante el descubrir la ley de la calle.
Esto nos expone en un periodo social que muchos, algunos con más dificultades, otros con menos,- hemos vivido de una manera u otra, por lo que es fácil empatizar con ello.
Basada en la novela homónima de Javier Carcas, nos incita y nos transporta a una época pasada ya trasnochada en el recuerdo, el de mediados setenta y ochenta con el torete, el Pirro, el vaquilla, el jaro, esos perros callejeros de los chunquitos, la de las bandas de barrios y las navajas automaticas.
El titulo de la frontera en el título es tanto esa zona límite, de paso, entre la infancia y la edad adulta como la que existe entre una ciudad proyectada hacia la modernidad, una Girona en la que se desarrolla la película entre el localismo y los charnegos de la nueva españa en crecimiento, recién salida del salida del autarquismo franquista como el resto de España, y sus suburbios más pobres, donde reina la delincuencia entre barrio chino y el extrarradio de rápida expansión en la unos salen y otros se quedan según el instante.
El guión y la trama no tiene ninguna especial originalidad que me sorprenda, es un tipo de largometraje de las que se han hecho muchas otros films denominada cine quinqui, como novelas en clave coming of age, esa mayoría de edad de creerte prepotente. los giros que da la línea argumental es muy deducible, incluso por que no decirlo ingenua hoy en dia.
No obstante en contra posición, la dedicacion en como se incide, reconstruyendo la época histórica en la que se ambienta, el vestuario, los decorados son realmente perfectos; la delicadeza con la que se filtra lo que sucede a través de la perspectiva del protagonista, nos envuelven en una historia que fluye rápidamente y condesciente.
El elenco de jóvenes actores está realmente a la altura de las exigencia historia de la que son protagonistas absolutos:
Marcos Ruiz es capaz de transmitir el gran conflicto interior que vive, la necesidad de cambio y el deseo de explorar un mundo que le es completamente desconocido.
Begoña Vargas es todo un grato buen hacer, su personaje se dota de intensidad, se hace fascinante y rica en matices.
A mi gusto en esta delincuencia amorosa, lo mas interesante se encuentra en el final, el que se pone en liz el vínculo familiar y el conocimiento de la experiencia. el buenismo de la oportunidad dapiente, y la añoranza del sentimiento que dejo poso.