Girona, verano de 1978. Ignacio Cañas es un estudiante introvertido y algo inadaptado de diecisiete años que, cuando conoce al Zarco y a Tere, dos jóvenes delincuentes del barrio chino de la ciudad, se ve envuelto en múltiples hurtos, robos y atracos durante todo el verano, cambiando su vida para siempre. De esta forma, Ignacio se hace mayor, atravesando constantemente la frontera entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia.