Película danesa del 2021, de una duración de 107 minutos, con una valoración de 6/10, bajo dirección y guión de Ole Bernedal. Biopic bélico.
El largometraje intenra ofrecernos desde el primer momento, los elementos necesarios para que nos cale el drama emocional humano. Siendo este rasgo su mejor definición con sus protagonistas.
Aunque principalmente estaremos siguiendo la historia de tres niños, también aparecen en el relato las perspectivas de diferentes personas relacionadas con el conflicto, como las monjas que dan clase en la escuela, prisioneros de guerra o militares como al que interpreta Alex Høgh Andersen.
El último año de la Segunda Guerra Mundial. Tras ser testigo de un erróneo ataque aliado a un vehículo en que viajaban civiles, el niño Henry se queda sin habla, y por consejo médico marcha a vivir a Copenhague con sus tíos y su prima Rigmor. Con el cariño de la pequeña y de su amiga Eva, tratan de integrarle en el colegio católico al que acuden a clase. Allí una de las monjas, la joven hermana Teresa, hace rigurosa penitencia por no entender los designios de Dios durante la guerra. La religiosa no acaba de recibir la empatia que quisiera de la madre superiora, pero a su modo intenta hacer el bien entregándose a los niños, y removiendo la conciencia de Frederik, colaboracionista con las fuerzas de ocupación alemanas.
Una impactante y poderosa película sobre el horror de la guerra y sus daños colaterales del fuego amigo. Se basa en hechos reales, la llamada Operación Cartago llevada a cabo por las Fuerzas Aéreas Británicas (RAF), que el 21 de marzo de 1945 se marcaron el objetivo de bombardear el cuartel general de la Gestapo sito en Copenhague, en el edificio Shell. Allí los alemanes, sabedores de que podían sufrir un ataque, mantenían prisioneros a los miembros de la Resistencia que habían caído en sus manos, de modo que pudieran servir a modo de escudos humanos. Por desgracia, cercano al edificio Shell, se encontraba una escuela católica francesa, llevada por las hermanas de san José, que fue bombardeada por error, causando más de un centenar de muertos, la mayoría niños.
Su director al que da pruebas de que su poliédrico filme no se limita a reconstruir con más o menos fidelidad unos hechos del pasado, sino que ofrece una valiosa reflexión acerca de los males que acarrean los conflictos bélicos, con la deshumanización de las personas, he incluso las dudas de fe.
Narrativamente la película es muy rica, pues nos acerca a la inocencia de la infancia con las incursiones a la panadería de la hipopotamo, el pan bendito, la obra de teatro, a cómo pueden surgir tensiones entre padres e hijos, a los descaminos que tal vez puedan ser enderezados, y a lo difícil que es encajar hechos que no suceden como desearíamos.
Y curiosamente no centra la atención en los alemanes, aunque se muestren sus tropelías, sobre todo en las torturas cuando toca interrogar a algún miembro de la resistencia. Hay múltiples personajes, y todos tienen unos pocos rasgos que los definen bien en la trama.
Si el guion se hubiera centrado exclusivamente en dejarnos ver la historia a través de los ojos de esos niños estaríamos ante una película muy diferente, pero eso no significa que no consiga acercarnos a su situación. Su presencia es un acierto, digamos que resultan efectivos como detonantes emocionales y para hacer avanzar la trama, aunque sin llegar a ser memorables.
Entendemos cómo los adultos tratan por todos los medios de alejarlos de las desgracias que ocurren a su alrededor, aunque resulte imposible negarlas. Descubrimos el mundo fantástico que imaginan en su vida cotidiana, donde se aprecia la experiencia de Ole Bornedal
Esta imaginación es igual de oscura que el resto del metraje, de colores desaturados y paisajes cubiertos por la bruma, con un cielo constantemente encapotado, cuyas nubes se fusionan con el humo de una ciudad recreada fielmente con ayuda del matte painting.
El aura infantil también está presente en su banda sonora, la cual utiliza silbidos y cantos diegéticos que siempre buscan un contraste entre la inocencia de sus protagonistas y las atrocidades que les rodean.
Es un recurso que no sólo utilizan en la música al alternar canciones felices con situaciones conflictivas. También lo vemos en el extenso montaje paralelo de los aviones con las bombas que se van aproximando al colegio mientras sus alumnos van desarrollando esa interminable jornada escolar que no acabará.
Pero el final es sólo el principio. Tres mujeres van a una boda en taxi por una carretera rural. Un niño silba montando en bici. Un tiroteo. Un fallo de cálculo. Un trabajo mal hecho. Un trauma.
Todo lo tratado en la crítica de Una sombra en mi ojo nos lleva a una conclusión: es correcta pero no revolucionaria. Es una película bien hecha, con una buena estructura, casi podríamos decir que de manual.
Por eso no la recordaremos, porque es una más, que sabe dónde poner las notas tristes y dónde suavizar la dureza, porque nos da lo que esperamos de ella casi sin tener entidad propia, sin llegar aportar una visión única, simplemente siendo precisa en lo formal.
Un metraje de nicho que seguramente habremos olvidado dentro de unos meses y que no se convertirá en el nuevo referente cuando hablemos de películas ambientadas durante la Segunda Guerra Mundial, pero si para conseguir un colgado aprobado.
Un batalla en el que dio las siguentes cifras y resultado:
RAAF Royal Air Force RNZAF
20 bombarderos, 30 cazas
Bajas de 6 aviones destruidos y
9 tripulantes muertos
1 tripulación aérea capturada.
La fuerza de ataque consistió en la Real Fuerza Aérea De Havilland Mosquito FBVI cazabombarderos de Nº 140 Ala RAF , que comprende N ° 21 Escuadrón de la RAF , No. 464 Escuadrón de la RAAF , y Nº 487 de la escuadrilla RNZAF . El avión voló en tres oleadas de seis aviones, con dos Mosquito B.IV de reconocimiento de la Unidad de Producción de Películas de la Royal Air Force para registrar los resultados del ataque. Cazas de apoyo RAF Mustang
Gestapo Kriegsmarine
Varias defensas antiaéreas
La sede danesa de la Gestapo la shellhaous destruida, en la que murieron 55 soldados alemanes, 47 daneses de la Gestapo, y 8 presos daneses de la resistencia.
125 civiles daneses muertos, 39 ciudadanos, mas las 68 niñas y 18 adultos del colegio muchos de ellas monjas. Un ataque erróneo que pago muy caro la población de retaguardia.