Four Rooms
Críticas
3,0
Entretenida
Four Rooms

El hotel es una fiesta

por Virginia Montes

Cuatro directores. Dos de ellos procedentes del panorama más independiente del momento: Allison Anders y Alexandre Rockwell, y otros dos, amigos con ganas de hacer el gamberro juntos: Quentin Tarantino y Robert Rogríguez. Todos juntos en una película episódica llena de enredos en la que cada uno pone su particular toque en un capítulo independiente.

El hilo conductor, el botones que protagoniza un Tim Roth en estado de gracia cómica.

En cada una de las cuatro habitaciones, cabe de todo: Historias de amor, de gángsters, de miedo, de risa... y también el más insólito plantel de actores que jamás se pudiera imaginar, desde Madonna a Salma Hayek pasando por Antonio Banderas, Bruce Willis o Marisa Tomei.

El experimento resulta irregular y es inevitable que unos capítulos sean mejores que otros, pero lo importante es el espíritu de fiesta, los gags y el ambiente desinhibido en el que todo puede ocurrir.

A favor: La complicidad de los actores.

En contra: Es una propuesta desiquilibrada.

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