El nacimiento de Las Vegas
por Israel ParedesTras el éxito de 'Rain Man', Barry Levinson dirigió dos películas muy diferentes aunque, a su vez, muy parecidas. Por un lado, 'Avalon', una notable obra muy olvidada hoy en día, y 'Bugsy', una interesante reconstrucción (vía biopic) de la vida de Benjamin "Bugsy" Siegel (Warren Beatty). En ambas películas se da forma al pasado a través del cine bajo una mirada irreal, conscientemente artificial. La diferencia es que la intimidad familiar integrada en la historia de Estados Unidos de 'Avalon' se pierde (o se transforma, cambia de registro, al final quizá puedan verse como la misma película o las dos cara de una misma moneda) en 'Bugsy', el retrato de un criminal en las diferentes fases de su vida hasta su asesinato.
Partiendo de esa reconstrucción, Levinson y Beatty se introducen en el personaje para seguir sus pasos desde sus inicios criminales junto a Meyer Lansky (Ben Kingsley) y "Lucky" Luciano (Bill Graham) en Nueva York a su traslado a Los Ángeles y sus escarceos con el mundo del cine, conociendo a la bella pero temperamental Virginia (Annette Bening) para, finalmente, centrarse en cómo levantó Las Vegas en pleno desierto de Nevada. En definitiva, un biopic más o menos al uso en el que destacan, como suele ser norma, las interpretaciones (Beatty logra matizar al personaje en cada esfera –social, familiar, criminal,...– y mostrar su complejidad), el trabajo de producción y el de dirección artística, mientras que el papel de Levinson queda, no relegado, pero sí absorbido por una película en el que todo está tan perfectamente adecuado que tan solo una mirada muy personal podría haber roto con la nítida y cristalina puesta en escena del director. Aunque esto, quizá, se adecue perfectamente a ese deseo de enfatizar la artificialidad de la época a través del cine como medio para hablar del artificio mismo del biopic... aunque quizá son consideraciones muy por encima de lo que es 'Bugsy' en realidad, una agradable película sobre el creador de, una vez más, el reino de la artificialidad y el entretenimiento, Las Vegas, como el cine en sí mismo.
A favor: Que está todo en su sitio.
En contra: Que al estar todo en su sitio acaba resultado todo demasiado calibrado y falto de nervio.