Americanos salvando el mundo
por Eulàlia IglesiasÁfrica sigue siendo la gran asignatura pendiente; también en el cine. No solo porque las pocas pero existentes muestras de cinematografías africanas resulten invisibles en nuestras carteleras. También porque las incursiones del cine occidental en el continente negro suelen resultar un fracaso, la evidencia de un profundo desencaje entre la situación en África y la perspectiva que de ello ofrece la mirada europea o estadounidense. Así lo demuestran algunos títulos recientes como 'Diamantes de sangre', 'El último rey de Escocia' o 'Hotel Rwanda'. También estas 'Lágrimas del sol' de Antoine Fuqua, situada en una Nigeria en plena guerra civil.
No le vamos a recriminar a la película su lógico punto de vista norteamericano. En principio, al militar que encarna Bruce Willis no le interesa otra cosa que llevar a cabo su misión: el rescate de una doctora de nacionalidad estadounidense y modelado italiano (Monica Bellucci). La película resigue su toma de conciencia, y la de su pelotón, a medida que se adentran en la selva nigeriana y conocen de primera mano las barbaridades cometidas por los soldados rebeldes. Un viaje al corazón de las tinieblas que sin embargo opera en el sentido contrario al que viven los protagonistas de 'Apocalypse Now'. Aquí el horror solo sirve para enternecer los corazones de los soldados estadounidenses, impermeables al verdadero embrutecimiento. Las atrocidades que viven los nigerianos, vistos siempre como un colectivo sin identidad autónoma, "la gente de la doctora", no son más que un telón de fondo sobre el que se dibuja el verdadero conflicto dramático, la relación entre el soldado duro con corazón tierno y la bella médica.
Fuqua, un cineasta que ha parido un par de thrillers bien potentes, demuestra su buen oficio en las escenas de acción. Hasta el punto de que si hubiera prescindido de toda la carga sentimentaloide y patriotera que lastra la película, 'Lágrimas del sol' podría sostenerse como una digna muestra de cine bélico.
A favor: La incursión silenciosa en la aldea.
En contra: El pueblo africano lloriqueando de agradecimiento hacia Willis y Bellucci. Por favor...