Los protagonistas de Lobster Soup tienen como epicentro un pequeño bar en un pueblo perdido en Islandia. Cada mañana, Krilli, el dueño del Café Bryggjan, prepara con esmero y con mucho cariño la famosa sopa de langosta. Su esposa, mientras la ayuda en la cocina sueño con volver a Reykjavik, su ciudad de origen. Uno de sus visitantes más habituales, es el hermano de Krilli, Alli, quien se sienta con los viejos pescadores, con uno de los últimos boxeadores de Islandia y con un traductor de El Quijote.