A mediados de la década de 1990, Dublín era nada menos que una zona de guerra, con unos poderosos capos de la droga luchando por el control. Sus rivales más temibles no eran solo los policías, sino concretamente una valiente periodista Veronica Guerin, quien cubría la fuente del crimen con una intensidad sin igual.No ha habido nadie que haya sacado tantos nombres y hechos a la luz. Dedicando su vida a estos casos y poniendo a todos los que la rodeaban en peligro.
Se convirtió en una heroína popular para el pueblo de Irlanda, cada atentado contra su vida sólo impulsó su leyenda. Y finalmente su brutal asesinato en 1996 obligó a una revisión drástica de las leyes de Irlanda y, a su vez, condujo a la detención de los criminales más importantes del país.
Un nombre de mujer
por Virginia Montes