Últimas opiniones sobre Desde el infierno

Es muy buena e interesante para las personas que nos gusta las películas de terror y suspenso. Sus actores son fantásticos y muy profesionales.
Es una película que se basa en hechos reales hay muchos documentales y videos sobre está historia.
Me encanta es magnífica y más por el papasito de Jhonny Depp.

"Desde el Infierno" es un thriller basado en el cómic homónimo de Alan Moore, dirigida por los hermanos Albert y Allen Hughes, y protagonizada por Johnny Depp, Heather Graham e Ian Holm. El poco convencional inspector Frederick G. Abberline investigará los horribles crímenes de un sádico asesino de prostitutas, que asola las frías y oscuras calles de Whitechapel, mientras descubre una espantosa conspiración que involucra a la familia real británica. No es de extrañar que el rotundo éxito de la novela gráfica de Moore y Campbell terminara por ser llevada al cine. Sin embargo, uno de los puntos que terminaran siendo decisivos a la hora de analizar el film a partir de la novela gráfica será la decisión de los directores de no respetar el principio narrativo de Moore respecto a la identidad del Destripador. Lo menciono porque es probablemente la decisión más polémica por la que los seguidores de Moore no gustaron de la adaptación de los Hughes, y es que mientras Moore presenta la identidad del asesino desde el inicio y se dedica a describir y desarrollar una brutal trama respecto a sus motivaciones personales y conspiracionales, el guión sigue y construye la historia a partir de la perspectiva convencional con que se ha retratado al asesino en el cine, narrando los hechos y manteniendo su identidad hasta prácticamente el clímax.

De esta forma, se sacrifica y reemplaza la esencia crítica del relato, en donde despedaza especialmente a la realeza y a las clases acomodadas y su indolencia y abuso de los grupos más desvalidos en la Inglaterra Victoriana, en pos de narrar esencialmente un thriller siniestro y brutal, visualmente impactante e inquietante, en donde lo más importante, será la horrible presencia del Destripador así como el desarrollo y explicación de la conspiración. Considerando los habituales canónes hollywoodenses no es de extrañar, que para motivos prácticos sea así y no se haga una radiografía crítica de los alcances sociales, políticos y éticos de la conspiración como la novela gráfica postula. No queda más que asumir que este film se basa en el cómic ya descrito pero no representa una adaptación del mismo, por lo que resulta más justo analizarlo como producto cinematográfico de entretención e interés histórico sobre uno de los asesinos más sanguinarios de la historia y, de ser cierta, una de las conspiraciones más perversas de la historia inglesa. Por el contrario, el relato de los Hermanos Hughes resulta más que eficaz y construye una narración bastante interesante, sobre todo con la forma en que se van dando los primeros episodios explicativos, entiéndase la realidad de las prostitutas de Whitechapel y en concreto el desenlace de la pobre Annie Crook, su relación ilícita con el príncipe Albert y los intentos de la familia real de silenciar el escándalo, a través de la eliminación de las testigos.

Así, poco a poco, el guión va relacionando la omnipresencia de la logia masónica, instrumento que la familia real utiliza para presionar y condicionar el actuar de una aparentemente ineficaz Scotland Yard, con las espeluznantes incursiones del Destripador, en donde los hermanos Hughes trabajan con acierto un morbo no muy excesivo pero presente y un creciente ambiente de opresión y vulnerabilidad de las potenciales víctimas. Las escenas de los asesinatos de las prostitutas están efectivamente rodadas, la perspectiva de la víctima y la del del asesino, la exposición de elementos asociativos a Jack el destripador en primer plano, como el escalpelo, el sombrero de copa alta o la capa negra del Destripador, además de la notable ambientación sucia y brumosa, de vunerabilidad especialmente en las calles, burdeles y tabernas de Whitechapel, en donde se puede palpar una sensación de abandono cada vez mayor a medida que el asesino se vuelve incontrolable e impredecible en sus ataques. Sin duda, el mayor mérito de la cinta está en el gran trabajo de captación de momentos visuales, pero también es necesario destacar el diseño de producción, quién regala un espeluznante pero a la vez fascinante tour al espectador por las calles y callejones del sector más pobre del Londres Victoriano.

Las actuaciones son correctas, Johnny Depp encarna a Frederick Abberline teniendo un acertado desempeño, en especial en su misión de interpretar a un detective poco convencional que llega a la verdad a pesar de que su camino se ve una y otra vez entramado. Sin embargo no logra establecer un química realmente sólida con Heather Graham, que personifica a Mary Kelly de forma seria, otorgándole un aire de dignidad a su personaje de prostituta que definitivamente resalta. No obstante, el mayor mérito interpretativo estará en un trío secundario bastante eficaz, comenzando con el experimentado Ian Holm como Sir William Gull, que muestra una interesante evolución de su personaje hasta mostrarse tal cual es. El actor escocés Ian Richardon encarna al tosco e inescrupuloso Sir Charles Warren, quién en lugar de apoyar a Abberline, parece empecinado en complicarlo más y más. Y Robbie Coltrane como el Sargento Peter Godley, amigo de Abberline y segundo a cargo en la investigación de los crímenes, que intenta equilibrar las fuerzas.

En definitiva, una película elegante, oscura, siniestra, sofisticada, poética, dinámica y terrorífica historia, con una ambientación muy lograda, que te adentra y viaja por las calles vacías del barrio más sórdido de Londres. El estilo visual gótico que envuelve a la historia, resulta ser de lo más efectiva e hipnótica. Crímenes, asesinatos, todo bajo una tela de misterio y suspense, que no se difumina, a pesar del empleo de algunos efectos especiales que no eran del todo necesarios. Es un placer perderse por el Whitechapel de 1888, mientras se bañaban las calles de sangre de mano del folclórico e imperecedero Jack el Destripador.