En el grupo Good Grief de Nueva Jersey, los niños aprenden a entender la pérdida de un progenitor o familiar a través del juego y las manualidades, explotando en la 'sala del volcán' o diciendo adiós a un osito malito que está en la 'sala del hospital'. En el transcurso de un año, seguiremos las reuniones semanales de seis niños, Kimmy, Nicky, Peter, Nora, Nolan y Mikayla y su fiel compañero: el duelo. A veces es desgarrador, pero también luminoso, escuchar sus preguntas sobre la vida y la muerte a través de sus mentes curiosas. El duelo es tan alto y escarpado como una montaña, pero te ayuda a entender qué ha pasado, y es que la muerte, por mucho que nos duela, es irreversible.